Tiene su origen en Alemania y es bastante popular en Reino Unido. Se combina un aspecto exterior muy descuidado y roñoso (pintura oxidada, cromados que no brillan...) con buenas mecánicas y caídas negativas extremas de suspensión para dejar los chasis rozando el suelo.

En nuestro continente es habitual que los rat style sean viejos Volkswagen (Golf, Beetle o Tansporter) o BMW, pero es extensible a cualquier coche entrado en años. Existen algunas variaciones, como el rice style (en coche de origen japonés) o army style, que da a los coches un aspecto muy siniestro, con insignias de ejércitos actuales o pasados, agujeros de bala o militaria visible

Podemos
encontrar coches modificados con las llantas originales, hechas polvo, o con
inmaculadas llantas nuevas con relieve hacia dentro o aspecto retro. Las
mejores modificaciones de este estilo implican que el coche parece que se va a
caer a pedazos, pero por debajo de la chapa hay asuntos muy serios.
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